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Echar las monedas de las vueltas del bar en la “tragaperras”, la quiniela de la semana, una apuesta deportiva en cualquiera de las decenas de casas de apuestas de tu ciudad, o por internet en un par de clicks.
Apostar, en todos los casos anteriores, es una actividad legal y cotidiana, por eso vemos tan normal cualquiera de esas actitudes.

El problema, como siempre, es la falta de control y sus consecuencias, que de forma progresiva, casi sin darte cuenta, pueden llevarte hasta una enfermedad que centenares de miles de personas padecen en España; la ludopatía.

¿Cómo he podido llegar hasta esto?

La característica principal de este trastorno es la dificultad para resistir los impulsos que te llevan a jugar.

Se trata de un proceso, en el que una serie de hábitos van haciendo que aumenten las cantidades que apuestas, y deriven en una falta absoluta de control y sus correspondientes consecuencias.

Todo lo anterior se refleja en el cuerpo. Antes de jugar sientes un malestar o tensión interior, durante el juego percibes gratificación o placer, y después de jugar llega el arrepentimiento o la culpa.

La ludopatía y ese impulso incontrolable de apostar provienen del mismo pensamiento: la falsa expectativa de llegar a ganar a un premio.

10 frases que se repiten en el proceso de convertirse en un ludópata

La expectativa mencionada hace que en la cabeza del ludópata se repitan una serie de frases, que varían en función de la fase en la que se encuentra el trastorno.

Hay más, y sobre todo muchas variaciones, pero las siguientes son verdaderas alertas que deberías tener en cuenta si te resultan familiares y se repiten en tu día a día:

– Voy a echar solo estas vueltas

– Solo he perdido X

– ¡Qué bien me siento! me han tocado X euros

– Qué suerte tengo

– Ya sé cómo hacer para que me toque, conozco el sistema.

– Voy a estudiar cómo hacer apuestas para controlarlas.

– Cuando salgo de casa es solo para apostar

– Me tengo que jugar esto para cubrir las pérdidas.

– Me siento molesto cuando no puedo jugar

– Aunque sepa que luego me voy a sentir arrepentido, sigo jugando

Algunas preguntas sobre ludopatía que puede que te hayas hecho

¿Qué puedo hacer si creo que soy ludopata?

La ludopatía es un problema serio, que si no se trata adecuadamente y con el tiempo suficiente puede tener consecuencias nefastas, entre otras, económicas, personales y familiares.

Por eso, la solución pasa por ponerse en manos de profesionales que te orienten y acompañen en el proceso de entender y superar este trastorno.

¿Podré jugar algún día “con control”?

La respuesta es no.

De hecho, tras un periodo de recuperación, muchos ludópatas creen erróneamente que pueden volver a jugar moderadamente “porque ya controlan”, y esa decisión acaba siendo el inicio de una recaída tras la que se apuesta incluso más que antes.

¿Qué otras cosas voy a hacer, si no puedo jugar más?

Precisamente, cuando se pasa por un proceso para tratar la ludopatía, se aprende a disfrutar de actividades no adictivas.

Cuando estás inmerso en la espiral del juego sin control, vives cegado por cualquier otra actividad que pueda parecer interesante o entretenida.

Pero si lo piensas, antes de ser ludópata seguro que había multitud de actividades con las que te divertias, y que no suponían poner en riesgo todo tu entorno.

Quizás este sea el momento

Por nuestra experiencia, sabemos que existe una vida constructiva, saludable y libre, más allá de la ludopatía, y puede que estés más cerca de ella de lo crees.

Contacta con nosotros, podemos ayudarte.

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