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Un artículo de la Vanguardia de la Comunidad Valenciana, explica como un trabajo del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia abre las posibilidades de desarrollar tratamientos que modulen el sistema auto inmune para combatir los efectos a largo plazo de los adolescentes  que consumen alcohol de forma abusiva, ya que estos tienen una mayor predisposición de ser adictos de adultos.

Consuelo Guerri, investigadora principal del Laboratorio de Patología Celular y Molecular del Alcohol, asegura que los menores empiezan a beber alcohol a los 12 años, teniendo un 20% más de probabilidades de ser adicto en edad adulta. Según la investigadora esto disminuye a un 15% si son jóvenes de 18 años y a un 2% cuando tienen 21 años.

«Cuanto antes se empieza a beber alcohol más predisposición a la adiccion hay en la edad adulta». Debido a que en los adolescentes el cerebro es más plástico y tienen más desarrollada la zona de estímulos y mecanismos de placer que la prefrontal o de ejecución, que es la que controla la conducta y permite dirimir si una cosa es buena o mala.

En el artículo se explica que las consecuencias de este consumo abusivo de alcohol (botellones, atracones) es la falta de memoria y problemas de aprendizaje o atención teniendo a largo plazo la posibilidad de desarrollar una dependencia hacia la sustancia en edad adulta….

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